El abogado en su rol de curador de incapaces, memorias y circunstancias afines
Abstract
Hurtado Albir (2001) parte de tres preguntas esenciales al momento de iniciar el proceso
traductor: ¿por qué, para qué y para quién se traduce? Sus respuestas nos brindan tres pilares
básicos sobre los cuales basar nuestra labor:
¿Por qué se traduce? Porque hay diferencias lingüísticas y culturales.
¿Para qué se traduce? Para cumplir con una finalidad comunicativa.
¿Para quién se traduce? Para un destinatario que no conoce la lengua y que necesita del
traductor como mediador lingüístico y cultural.