dc.description.abstract | El texto que seleccioné constituye, a mi entender, un texto particularmente atractivo para un traductor
debido a la riqueza de expresión, que se manifiesta sobre todo en el uso de diferentes recursos destinados
principalmente a la persuasión. No hay en este tipo de texto una estructura sintáctica predeterminada,
ni aparecen la cantidad de fórmulas que se repiten una y otra vez en textos jurídicos de otros géneros,
como por ejemplo en un contrato. Pueden encontrarse en cambio recursos propios de los textos argumentativos,
en virtud de que si bien puede decirse que la función principal del lenguaje de una sentencia es
la prescriptiva, la argumentación ocupa la mayor parte del texto. En el texto que traduje, por ejemplo, el
juez recurre a la intertextualidad, a la metáfora, y a otras estrategias lingüísticas con fines de persuasión.
Podría decirse además que el interés que manifiesta por el lenguaje, por atribuir el significado correcto a
las palabras, es similar al interés del traductor, si bien el objetivo de uno y otro es diferente. Los dos se
enfrentan a desafíos lingüísticos que deben superar –la polisemia de los términos, la ambigüedad, por
nombrar tan sólo alguno- para llegar a una interpretación correcta. Ante la pluralidad de sentidos, por
ejemplo, optan por uno en detrimento de otros. Pero en tanto el juez se enfrenta con el lenguaje compartido
por los miembros de una misma comunidad, el traductor debe servir de puente entre dos lenguas y
dos culturas jurídicas diferentes. | es_AR |