Cuadernos que cuentan historias
Abstract
Hace algunos años me surgió la necesidad de explayarme por algún medio.
Y no encontré mejor manera que agarrar un cuaderno y empezar a sumergirme
en sus páginas en blanco. Comencé a escribirlo con prolijidad y con
mesura, como si todavía me costara salirme de las estructuras. Pero conforme
fui pasando sus páginas, comencé a sentirme más cómoda y empecé
a escribir lo que quería sin miedo, garabatear, dibujar, pegar, hasta incluso,
arruinar. Se volvió más que un pasatiempo: Una obsesión. Y así, no solo
hice un cuaderno, si no muchos más. Hoy en día están guardados todos en
mi biblioteca y de vez en cuando me gusta abrirlos, leerlos y decir: “¡Mirá
lo que pensaba en ese momento!”. Me transportaban al pasado... Todos
mis viajes, mis poemas de enamorada, mis cosas pegadas, desde entradas
de festivales de rock hasta servilletas usadas. Y al verlos en la biblioteca,
junto a mis otros libros, me di cuenta que más que cuadernos habían
pasado a ser uno de ellos. Porque aquellas páginas contaban mis historias.
Eran libros, que yo había escrito, que yo había intervenido, con los que
había experimentado. De esta manera me di cuenta que como yo, muchas
personas sienten la necesidad de expresar sus sentimientos y los sucesos cotidianos
por escrito. Por eso se deciden a escribir un diario, que no es otra
cosa más que un libro en el que se relatan todos aquellos acontecimientos
que no queremos olvidar y las reflexiones más íntimas y personales que,
quizás, no nos atrevemos a contarles a los demás. Muchas personas empiezan
a escribir su diario con la fórmula “Querido diario”, ya que este no es
solo un cuaderno sino que se convierte en un “amigo”, como cada cuaderno
que tuve, en el que podemos confiar. Nos escuchará pacientemente,
no descubrirá nuestros secretos si lo guardamos bien y no se enfadará si
decidimos abandonarlo. Son amigos eternos, únicos y personales, donde
dejamos nuestras huellas y que cuentan nuestras historias. Espero que disfruten
de esta investigación tanto como yo disfruté haciéndola.