La complejidad del lenguaje jurídico: ¿es posible para el traductor simplificarlo para una mejor comprensión?
Abstract
Roberto Puig señala en el artículo “Lenguaje, derecho y traducción jurídica” (El Lenguaraz, Año 1,
número 1, abril de 1998) que “traducir es ciencia y arte”. Puig afirma que la traducción no consiste solamente
en la conversión de textos de un código lingüístico a otro. Comparto plenamente estas afirmaciones
con Roberto Puig. Un traductor no es un simple profesional que pone en práctica los conocimientos
adquiridos durante sus estudios, es además un creador.
Cuando comencé con la elaboración de mi tesina, el primer paso fue elegir el texto a traducir. Debía
buscar un texto que presentara ciertas dificultades pero además debía elegir un texto de algún tema que
pudiera tener personas a las que recurrir en caso de dudas. Quería crear una situación de trabajo imaginaria,
en la que un cliente me encarga una traducción y ese cliente imaginario me pudiera asesorar con
respecto al tema. Fue así que después de una ardua búsqueda llegué al texto elegido. En ese momento
estaba dándole clases a un grupo de auditores del Bank Boston y ellos se encontraban trabajando con
la SOX (Sarbanes-Oxley Act) y me comentaron que sería muy bueno que alguien la tradujera. Entonces
decidí usar esa ley como texto de mi tesina. Sabía que no me iba a resultar fácil su traducción pero pensé:
“¿Qué mejor momento para enfrentar un desafío como éste que mi trabajo final de carrera?” Espero que
disfruten de mi trabajo...