dc.description.abstract | En el período comprendido entre inicios de 1999 y fines de 2001, un grupo de países
sudamericanos vivieron procesos traumáticos de recambio gubernamental, colapsos
momentáneos de su aparato estatal y una alta inestabilidad social que, sin embargo,
encontraron resolución dentro del sistema democrático. Son los casos de dos países
integrantes de la Comunidad Andina de Naciones -Perú y Ecuador- y de dos países
miembros del Mercosur –Argentina y Paraguay-.
Dichos procesos demarcan una etapa discernible, diferenciada y novedosa respecto del
pasado inmediato; momento de desestructuración y reconfiguración de actores y estructuras
en la política latinoamericana, de avance en el reconocimiento y ejercicio de las libertades
públicas y los derechos cívicos y de deterioro, al mismo tiempo, de las condiciones sociales
y económicas de vida pa ra extensas franjas de la población.
Por primera vez, gobiernos interinos elegidos por los Congresos, con presidentes surgidos
del acuerdo parlamentario y con base de apoyo multipartidario y legislativo, reemplazaron
a presidentes que habían perdido su sustento y legitimidad, o que habían renunciado
produciendo un estado de virtual acefalía, en medio de estallidos sociales, desbordes
policiales y claras señales de descontrol o paralización estatal. Estos interinatos, abiertos
a partir de 2001, culminaron en 2003 con procesos electorales que lograron devolverle
a los regímenes democráticos su legitimidad menoscabada. Con características propias,
Bolivia atravesó similares alternativas hasta la crisis que tuvo como desenlace el estallido
de violencia y la renuncia del presidente en octubre 2003. | es_ES |