El lugar de Argentina en el mundo. La integración regional con el Brasil, el camino hacia una “sociedad estratégica”
Abstract
El presente trabajo se propone analizar el proceso de integración regional de la
Argentina con la República Federativa del Brasil, iniciado en 1985 por el gobierno de Raúl
Ricardo Alfonsín y que condujo en 1991, durante el primer mandato de Carlos Saúl Menem, a
la creación del Mercado Común del Sur (MERCOSUR). El MERCOSUR, del que también
participaron como socios fundadores Uruguay y Paraguay, entró en funcionamiento el 31 de
diciembre de 19941. Consideramos que se trata del principal logro de la política exterior de
nuestro país desde el retorno de la democracia en 1983. La pregunta que recorrerá nuestra
exposición es si el MERCOSUR ha sido realmente una política estratégica para las
administraciones argentinas. Nos pla ntearemos cuáles son los caminos a explorar en el futuro
cercano.No nos parece casual que la integración regional haya tenido lugar durante los
gobiernos que sucedieron a las últimas dictaduras militares de la Argentina (1976-83) y del
Brasil (1964-85). Nuestra hipótesis central tendrá en cuenta la variable “tipo de régimen” y
afirmará que el paso de los regímenes autoritarios a la democracia ha sido un factor clave en
el acercamiento con Brasil.
Nuestro planteo a lo largo del trabajo será que la relación de la Argentina con el Brasil
ha alcanzado hasta el momento la forma de una “alianza limitada y contingente”2 básicamente
económica, pero aún no consiguió plasmarse en una “sociedad estratégica”3. En esta línea,
buscaremos descifrar cuál de los tres tipos de cultura desarrolladas por la teoría de Alexander
Wendt de las relaciones internacionales –hobesiana, lockeana y kantiana- (ver Marco teórico)
ha caracterizado a las relaciones argentino-brasileñas, poniendo especial énfasis en el período
que se extiende desde 1985 a la actualidad.
Tomando como base nuestra anterior afirmación, nos preguntaremos si el
estrechamiento de los lazos con Brasil y el consiguiente impulso al MERCOSUR no ha
dependido más de las voluntades de los presidentes de turno, siguiendo las coyunturas
político-económicas, que de una institucionalización de la toma de decisiones en el marco de
instituciones regionales permanentes. En este sentido, pondremos en relación las variables
“forma de gobierno” y “conducción política del MERCOSUR”.