Bienestar laboral y su relación con la pandemia COVID-19, analizando variables subyacentes, estrategias y consecuencias en los Centros de Atención Primaria de Salud en Ushuaia, Tierra del Fuego
Abstract
En el año 2019 empezó a transitar en el mundo un nuevo virus llamado SARS-CoV-2,
conocido como coronavirus. El 11 de marzo de 2020, el gobierno argentino decretó pandemia
nacional tomando una serie de medidas que modificó considerablemente la vida de las personas:
el aislamiento social preventivo y obligatorio.
La declaración de la pandemia arrojo consecuencias negativas innumerables, siendo el
mayor costo a pagar la cantidad de vidas humanas que se perdieron con la misma. Ello sin dejar
de lado la realidad social y económica que ya se vivenciaba en Argentina desde antes del Covid.
Este nuevo virus y las medidas adoptadas por el gobierno modificaron hábitos y costumbre de
organizaciones y sobre todo de las personas, teniendo impacto a nivel cultural.
Quienes sufrieron una reconfiguración total fueron los centros sanitarios del mundo, los
trabajadores de los mismos no pudieron cumplimentar el aislamiento dado que su trabajo fue
considerado esencial durante el transcurso de la pandemia. De esta forma debieron readaptarse
a los nuevos requerimientos sanitarios para poder seguir operando en medio del caos. Estos
profesionales constituyeron la primera línea de acción en las estrategias planteadas por los
gobiernos para evitar o limitar la propagación de la enfermedad.
En este punto es importante destacar que con profesionales no nos referimos
únicamente a médicos y enfermeros, sino más bien a todos los que intervienen en el ámbito
sanitario para que este funcione de la manera más operativa y eficiente posible, tales como
administradores, seguridad, entre otros roles.
Este fenómeno, mundialmente, afectó la manera de organizarse de todas las
instituciones y, en materia salud, lejos de poder suspender las jornadas laborales como sucedió
en diversas actividades, debieron formular nuevos protocolos y metodologías de trabajo para
continuar llevando adelante sus actividades.
La imposibilidad de recluirse en sus casas que, en ese momento, era entendida como la
única manera de evitar el contagio, sumada a la obligatoriedad de enfrentarse a los
padecimientos de los pacientes más el propio, afectó en gran medida la vida laboral cotidiana.
Muchos profesionales se vieron afectados por el virus llegando en diferentes casos a perder sus
vidas.
En la Ciudad de Ushuaia los Centros de Atención Primaria de Salud no quedaron exentos
de cambios, desarrollo y nuevos aprendizajes que se sucedieron con esta crisis, y serán el foco
de análisis de nuestra investigación.