Relatario. Cuentos para leer en voz alta en el más profundo silencio
Abstract
Publicar, después de más de tres décadas de haber escrito estas
páginas es, posiblemente, una audacia. Dar a conocer, después de unos
quince libros, la producción inédita de los comienzos es, por lo menos,
una aventura poca segura. Al principio, muy probablemente, nos incluíamos orgullosamente en la primera parte de la aseveración de La
Bruyere: “Una inteligencia mediocre cree escribir divinamente, una
inteligencia buena cree escribir razonablemente”; por suerte las décadas
no han pasado en vano.
Pues bien, aquí están estos primeros cuentos de quien ya, en ese
entonces, había decidido escribir todo lo posible, empleando las más
diversas formas con el solo fin... todavía no dilucidado cabalmente. Pero
en la seguridad, como expresara Adolfo Bioy Casares: “Creo que parte
de mi amor a la vida se lo debo a mi amor a los libros”.