¿Cinco caras de la misma moneda? Las políticas de seguridad de los países nórdicos entre 1945 y 1962
Abstract
En un comienzo fueron las cifras. Bastaba observar los registros estadísticos de las Naciones Unidas
sobre índices de desarrollo humano, niveles de transparencia en la función pública, renta per cápita,
porcentaje del PBI destinado a la ayuda al desarrollo o esperanza de vida. Siempre, sin excepciones,
Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega y Suecia aparecían dentro de los mejor posicionados. Eso despertaba
reiteradamente mi admiración y mi curiosidad, sensaciones claramente entendibles cuando se lo
observa desde una Argentina con altos índices de pobreza, con un estado de bienestar profundamente
socavado y donde la corrupción gubernamental ha alcanzado niveles vergonzosos.
Un detalle particularmente curioso me llamaba a la reflexión: ¿por qué siempre los cinco lideraban las
nóminas, y no uno o dos de ellos?. Mi intuición me llevó a pensar, acertadamente, que debía existir algo
detrás de tal homogeneidad y paridad de estándares socioeconómicos y políticos. Así nació, entonces,
mi inquietud intelectual por el conjunto de los países nórdicos. Pero a la par de esa duda pronto emergía
otra: ¿por qué, si son pueblos tan exitosos, las cátedras raramente los habían mencionado durante el
curso de mis estudios de grado?.