dc.description.abstract | Las puertas de la Universidad de
Belgrano están abiertas pensando
en marzo de 2013. Como todos los
años, los motores están trabajando
a toda máquina en el Departamento de
Ingresos, desde las jornadas informativas
hasta el seguimiento de quienes aspiran a
formar parte de nuestra comunidad educativa.
Para la licenciada Laura Vigliercho, a
cargo del departamento, no hay en estos
días tiempos muertos, y la vigilia continuará
hasta que pasen las pruebas de ingreso.
“Hasta que se matriculan, son todos míos”,
dice Laura, y aclara que en ese pronombre posesivo
está incluida una dosis bastante grande
de protección y de cuidado. “Soy bastante
mamá polla –se ríe–. Si alguien reprueba
una materia del curso, hablo con él antes de
que se entere por boca de sus profesores de
que ha sacado un dos, para que me cuente
qué pasó, para tratar de mejorar la próxima
vez, para saber, en todo caso, si ha elegido
bien la carrera.”
Es que el abanico de opciones que presenta
la UB es en verdad muy amplio. Treinta
y dos carreras de grado, carreras de dos
años, un programa de becas para determinadas
especialidades, olimpíadas y talleres
para que se inicien en la vida universitaria
quienes todavía no terminaron la secundaria,
programas de doble diplomatura para
los estudiantes avanzados, y cursos y actividades
de posgrado. | es_ES |