Educación superior gratuita y equidad
Abstract
El incesante progreso técnico que tuvo lugar desde comienzos de la revolución industrial, asociado a un
creciente empleo de métodos científicos en el desarrollo de productos y en la organización de la producción
ha convertido al conocimiento en un determinante central de la productividad del trabajo. Por este motivo la
educación, y particularmente la superior, tiene hoy un papel protagónico en la determinación del nivel de vida
de un país y por consiguiente en las posibilidades de progreso económico y social de sus habitantes. Eso
significa, en otras palabras, que el bienestar económico de una nación depende de un modo esencial de la
forma en que difunde entre su población los conocimientos, las técnicas y los hábitos de trabajo (Becker,
1996).

