Impacto Ambiental: secadores convencionales de rollos de papel vs eléctricos
Abstract
La higiene de las manos es importante para evitar enfermedades infecciosas, eliminar la humedad
después del lavado evita la transmisión de gérmenes patógenos. Existen varios métodos para el
secado de manos, cuyas connotaciones ambientales están siendo objeto de investigación,
especialmente en lo relacionado con las emisiones de gases de efectos invernadero.
Estudios señalan que las manos son el punto más importante de entrada de microbios al cuerpo
humano, y que la higiene es crucial para controlar gérmenes patógenos, por lo que se recomienda
secarse las manos después de lavárselas, ya que las manos húmedas pueden transmitir mayor
cantidad de gérmenes.
De manera general, existen varias formas para el secado correcto de las manos, entre ellas:
secadores eléctricos, toallas de papel, toallas de tela, toallas de algodón, etc. Tal es así, que en
muchos de los sanitarios de los espacios más populares del mundo con mayor flujo de personas;
como aeropuertos, terminales, restaurantes, bares y oficinas, se ha optado por usar secadores de
manos eléctricos dejando como obsoletos y menos utilizables a aquellos que requieren del uso de
toallas de papel para cumplir con su función.
Es inevitable pensar que podemos no secarnos las manos después de higienizarnos con agua y
jabón, bajo el contexto en el que estamos viviendo hoy en día, sabemos que es de mucha
importancia tener una buena higiene para preservar nuestra salud.
Esta revolución de secadores de manos eléctricos dio la vuelta al mundo y parece que ha llegado
para imponer su marca, mostrarse ante el público y a los usuarios, viéndose así más amigable para
con el medio ambiente. ¿Pero realmente los secadores de manos convencionales de toallas de
papel son los malos de esta historia?
En este trabajo se realizará una profunda investigación de los dos productos; el convencional que
utiliza toallas de papel y por otro lado el secador de manos eléctrico. Se analizará el ciclo de vida
completo de los productos desde los recursos que se utilizan para su fabricación, el momento de
utilización y los desperdicios que generan. De esta forma obtendremos los fundamentos
necesarios de fuentes confiables y podremos afirmar el verdadero impacto ambiental que estos
productos provocan.
A nivel mundial se han analizado estos productos en detalle dando como resultados favorables al
secador de manos eléctrico, pero hay que saber que estos estudios fueron llevados a cabo en
países desarrollados del continente europeo, donde la energía utilizada para su funcionamiento, en
gran parte, es obtenida mediante energías renovables como eólica, mareomotriz, solar, entre otras.