dc.description.abstract | En la actualidad, luego de haber transitado la batalla contra el COVID-19 con éxito, nos
encontramos con un modelo de farmacia más evolucionado. Es el nuevo tipo de cliente, interesado
en el bienestar y cuidado más consciente de todos los factores que condicionan su salud integral, lo
que determina la necesidad de incrementar los servicios de calidad. Cada farmacia hoy no solo
cuenta con el aumento de la competencia física, sino se ve afectada por una nueva orientación, la
demanda online. El aumento de información a través de los medios de comunicación que llega a los
potenciales clientes de una farmacia es tan masivo y variado que obliga a contar con personal
ampliamente capacitado y actualizado. Es decisivo que la experiencia del cliente-paciente en la
farmacia sea superadora a lo que le ofrecen las redes; los largos tiempos de espera y la intrincada
burocracia administrativa se vea superada por los servicios profesionales de la actividad.
Dada la alta demanda que viven las farmacias en el presente y la gran presencia de
pacientes de mayor edad, surge la necesidad de provocar cambios en el servicio que se brinda.
Podemos encontrar distintos métodos para esta mejora, pero en la Argentina, se nota
considerablemente que se inició un proceso de transformación, donde la digitalización y la
robotización son los protagonistas. Robotizar una farmacia, significa reemplazar los cajones o
estanterías del punto de venta por un robot que, de forma automática, acerque el producto al
vendedor ejecutando el pedido desde los puestos de venta. | es_ES |