dc.description.abstract | En pleno auge de la cuarta revolución industrial y del acceso al uso cotidiano de las tecnologías de la comunicación es que nos encontramos en un escenario de desarrollo
exponencial de las capacidades del ser humano capaz de construir puentes a un futuro
automatizado a través de la tecnología. Al mismo tiempo, nos encontramos con un momento de
la historia peculiar en términos de política, de ciudadanía y democracia; ésta última, desde su
primera aparición en la historia, como una idea perfecta de organización socio-política
comunitaria y de la mano con el nacimiento del concepto de ciudadano para un Estado, ha sido
sometida al juicio de la historia con testigos como las guerras provocadas por los deseos de
supremacía entre pueblos, o influenciadores del poder a quienes se les ha otorgado la
capacidad de representar. Ahora, este último punto, a diferencia de la tecnología, no cuenta ni
con un desarrollo, ni con una evolución, ni con un avance realmente exponencial. Si cruzamos
las dos líneas de desarrollo de la historia de la civilización socio-política y avances
tecnológicos, veríamos claramente la brecha entre una evolución estándar y una evolución
fuertemente acelerada. | es_ES |