dc.description.abstract | En vistas de los cambios en la Normativa Urbanística y de Edificación en C.A.B.A. realizados a
finales del año 2018, se dio origen a los nuevos Códigos Urbanístico (Ley 6099/18) y de
Edificación (Ley 6100/18). Esto supuso un cambio de paradigma en la planificación urbana,
realizando alteraciones sustanciales en los parámetros urbanísticos que ordenan el tejido y los
usos del suelo. La transformación de una ciudad en la cual su capacidad constructiva estaba
establecida por un índice proporcional a la superficie de cada parcela (FOT); en otra en la cual
la superficie a construir es regulada por una envolvente máxima, supone un cambio
fundamental, en el cual se incrementa sustancialmente la superficie a edificar.
Las implicancias de aplicar criterios morfológicos como regulador del tejido urbano producen
un impacto fundamental en el mercado inmobiliario, y en el particular al momento de definir el
producto arquitectónico. La definición de los nuevos parámetros urbanísticos de alturas
máximas, pisada y por ende de capacidad constructiva, plantean la necesidad de repensar el
abordaje del tipo de producto de arquitectura, en función del análisis de factibilidad de cada
emprendimiento según las particularidades de su implantación, con la consecuente aparición de
nuevas oportunidades en las que se vea beneficiado tanto el particular como la ciudad.
El trabajo buscará definir el impacto de los cambios morfológicos en la normativa urbanística de
la C.A.B.A. sobre el desarrollo del producto arquitectónico residencial, en el marco de un
escenario post pandemia. | es_ES |